Estrategias de censura de los títeres del demonio en la batalla espiritual. Conoce cómo te manipulan para que tengas miedo a decir la verdad.
Gracias a estas técnicas satánicas, los títeres del demonio han logrado la auto censura de los católicos del mundo, apelando a la presión social como arma de manipulación.
¿Cómo es posible que en países de mayoría católica o de mayoría cristiana estén triunfando a nivel social, cultural, político, económico…. ideologías que son contrarias al evangelio de Jesucristo.
¿Cómo se ha logrado silenciar a la gran mayoría de cristianos que se oponen a esas ideologías que ahora están triunfando? Quédate hasta el final, porque vamos a conocer y explicar las técnicas de manipulación social para silenciar a los católicos, para evitar que los cristianos se atrevan a levantar la voz contra las ideologías que se están imponiendo.
Como les decía en la introducción, el tema de hoy lo considero muy interesante, muy importante también, porque creo que una realidad que hay que enfrentar los católicos es esta. Estamos perdiendo la que se llama batalla cultural. Dicho de otra manera, desde hace ya siglos ha habido una revolución cultural, una destrucción planificada del orden social cristiano. Esto no ha ocurrido de manera espontánea, ni por casualidad, ni porque el pueblo lo haya pedido. Esto ha sido un proceso bien calculado para borrar de la memoria, es lo que quieren lograr los títeres del demonio, para erradicar el cristianismo de nuestras sociedades, de todas las naciones que un día fueron abiertamente cristianas, abiertamente católicas. vemos que esa revolución cultural está triunfando y los que han impulsado esta revolución sienten que ya están prácticamente a punto de lograr la victoria total, que es cuestión de poco tiempo para que el cristianismo quede erradicado o por lo menos neutralizado.
Este ataque al cristianism, no solamente se da desde fuera de la iglesia, también desde dentro de la iglesia, aunque no es el tema hoy propiamente el ataque a la iglesia desde dentro, pero ciertamente hay enemigos de la iglesia que operan fuera de ella y que están unidos con enemigos internos, o sea, con enemigos que operan dentro de la iglesia con el mismo fin, destruirla o desfigurarla, neutralizarla, para que en lugar de ser la luz de Jesucristo que ilumina las tinieblas del mundo, se convierta en una promotora del nuevo orden mundial, en una promotora de los intereses no de Jesucristo, sino de los poderosos de este mundo que quieren avanzar a un dominio global cada vez mayor, a una restricción cada vez mayor de las libertades de los ciudadanos. Pero para eso hay que eliminar el cristianismo, hay que borrar la idea de Dios, olvidarnos del verdadero Dios que nos ha revelado Jesucristo, el Hijo de Dios. olvidarnos de la idea de hombre, de toda la verdad que Cristo nos ha revelado sobre nosotros mismos, sobre quién es el hombre y eliminar también toda verdad revelada sobre la creación. O sea, hay que cambiar completamente la forma de pensar de todos los cristianos para poder implantar ese nuevo orden que ya no está fundado en el cristianismo, sino fundado en un supuesto humanismo satánico. Por eso hoy se habla mucho de un nuevo humanismo.
¿Por qué nuevo humanismo? Porque hay un nuevo concepto de ser humano. Ahora, que hay un nuevo concepto de ser humano no significa que ese nuevo concepto sea mejor que el anterior, necesariamente. No todo lo nuevo es mejor, pero en la mentalidad progresista así se entiende. Todo lo nuevo supera lo antiguo. Eso muchas veces es falso, pero la gente se lo cree sin crítica de por medio.
Técnicas de manipulación.
La manipulación sirve a todas las ideologías que se quieren imponer en nuestro tiempo. No solamente la ideología de género, que es de las más desviadas al órden natural de Dios, y de las más perversas, también de las que tienen más graves consecuencias, pero también tenemos, por ejemplo, el ecologismo como ideología. No tiene nada que ver con el cuidado de la tierra de del mundo en el que vivimos. No estamos opuestos. Ningún católico está opuesto al cuidado de la creación. Pero no es eso lo que propone el ecologismo. Sin embargo, muchos se confunden y para imponer el ecologismo hay también una gran manipulación. Se usan técnicas de manipulación para imponer, por ejemplo, todo lo que sirva al globalismo.
Las ideologías en el fondo, todas están sirviendo de alguna manera a la instauración de un orden mundial. Estamos viendo, por ejemplo, en el ámbito jurídico como casualmente, que no tiene nada de casualidad esto, pero las mismas leyes se promueven y se aprueban en un país y en otro y en otro y en otro y en otro, son las mismas leyes con pequeñísimas variantes, pero las mismas leyes y muchas de estas leyes están centradas en lo que ahora se llama la igualdad, la diversidad, la inclusión, que son términos que pueden tener un sentido muy positivo, pero también son términos que se pueden entender de un modo muy negativo, que se pueden utilizar para manipular a las personas.
Bueno, vamos a hablar aquí de algunas técnicas de manipulación. Nos centraremos en el tema de la ideología de género. Ahora, específicamente, lo que quiero que nos quede claro con esta exposición es cómo se logra callarnos a los católicos, a los cristianos, cómo han logrado silenciarnos. ¿Cómo es posible que en países donde somos mayoría, mayoría aplastante, católicos y cristianos de otras denominaciones que no son católicos, pero que en en estas cuestiones creen lo mismo que nosotros? ¿Cómo es posible que se logre callarnos, que no se escuchen las voces disidentes de los cristianos?
Cuando digo “no se escuche”, no significa que no se quieren escuchar, significa que no hay esas voces. Porque nadie se atreve a disentir públicamente de estas ideologías…y de lo que afirman estas ideologías. Entonces, se nos presenta un estudio muy interesante. En el libro “Cuando nos prohibieron ser mujeres …y nos persiguieron por ser hombres» de Alicia V. Rubio, ella dice, «Hay que conseguir que todos se lo crean.» Claro, todos los promotores de cualquier ideología, si es el ecologismo, si es la ideología de género, el transexualismo, lo que quieran. El liberalismo también es una ideología. El socialismo y comunismo son ideologías nefastas también.
¿Qué buscan conseguir todos los promotores de ideologías? buscan conseguir que todos se lo crean y una vez que lo crean, que traten de adaptarse a las nuevas exigencias porque claro, el hombre actúa según piensa.
La ideología te impone o te manipula para que creas, para que veas la realidad de un modo distorsionado. Una ideología es un modo distorsionado de entender la realidad, un modo erróneo de entender la realidad.
Y una persona que tiene un entendimiento equivocado de la realidad, ya sea la realidad de sí mismo, la realidad sobre Dios, la realidad sobre la sociedad y sobre el mundo que lo rodea, va a comenzar a actuar también en un modo erróneo que en lugar de favorecer su persona, la va a perjudicar. En lugar de favorecer a la sociedad, la va a perjudicar también. Pero lo va a hacer, si está convencido de la ideología, lo va a hacer creyendo que hace el bien. Entonces, hay que adaptarse a las nuevas exigencias.
Todas las ideologías nos quieren imponer conductas, modos de comportarnos en público y también en privado. Ahora, ¿el hombre lo puede hacer?, sí, porque el hombre es libre. Incluso, fíjense como el hombre hasta puede ir en cierta manera contra sus propios impulsos naturales cuando usa mal y abusa de su libertad. Por tanto, hay que conseguir… atención…. que el mayor número posible de personas se crean la falacia, que muchos se adapten a ella, ocultar los dramas vitales de los que fracasan en la adaptación, o sea, los errores de las ideologías, las consecuencias nefastas siempre se ocultan. Esas no salen a la luz, esas no se publican.
Por ejemplo, muy poco van a escuchar ustedes hablar de el dolor que experimentan las mujeres que han cometido un aborto, o homicidio prenatal.Pero muy poco se escucha hablar del dolor que sufren estas mujeres por años, cuando caen en la cuenta de lo que hicieron, cuando llegan a comprender lo que hicieron y sufren. Los lobbies que las animaron a realizar esa terrible acción ya no están allí para ayudarlas, ni sus amigas feministas que la aplaudieron cuando lo hizo, tampoco.
Entonces, las ideologías tratan de convencer a todos y de ocultar las malas consecuencias. Y también quieren lograr que los que no se creen la ideología, al menos no se atrevan a decirlo. Alicia B. Rubio en el libro antes mencionado dice, «Para esto se han utilizado y se utilizan todas las técnicas de manipulación de masas conocidas, probadas y perfeccionadas en regímenes políticos totalitarios de triste recuerdo. O sea, los promotores de las ideologías son expertos en psicología, conocen estas técnicas de manipulación que han sido probadas, perfeccionadas en regímenes totalitarios y las aplican, la están aplicando en nuestros países.
Básicamente detrás de estas técnicas está la mentira. la coacción y el castigo.
Y vamos a ver cómo se van aplicando estas cosas. dice, «A la aceptación mediante engaños de la idea vendida mediante gente convencida, convenientemente ideologizada o bien comprada con dinero, porque también está muy claro muchos referentes de lo que llamamos hoy la batalla batalla cultural o contrarrevolución cultural. Muchos de estos exponentes han dejado claro como hay mucho dinero detrás de los lobbies que impulsan estas ideologías.
Entonces, hay gente convencida, ideologizada, que sirve a estos propósitos. Hay gente comprada, también hay subvenciones públicas también, porque ya en muchos países la ideología se impone desde el Estado o por lo menos se favorece desde el Estado y la ayuda inestimable de creadores de opinión. También las ideologías tienen esta ayuda inestimable de los creadores de opinión, artistas, gente de la farándula, los que salen en los noticieros más conocidos de la mayoría de las televisoras, los influencers, etcétera, tienen la ayuda conveniente de todos ellos.
En el caso de los adultos que no respondan adhiriéndose de forma entusiasta o a regañadientes al adoctrinamiento de medios de comunicación y organismos públicos varios, se les aplica la presión social, la persecución del disidente, tanto más agresiva cuanto más resistencia oponga.
La calumnia, el castigo económico o penal y la muerte social. Se utiliza la vía legislativa, que es la última fase del proceso, y en esa fase ya están muchos países, o sea, las ideologías se van imponiendo por medio de leyes.
Ya en muchos países se ha llegado a esta etapa. comienza como movimiento de algunos lobbies, luego logran comprar o convencer políticos, especialmente aquellos que son los que presentan las iniciativas de ley y las pasan, las aprueban. Y ya tenemos en muchos países ideologías impuestas por el Estado. El Estado se convierte en promotor e incluso en quien impone la ideología a la fuerza. Y dice la autora, «Vamos por ello a empezar a desgranar los distintos sistemas de manipulación, coacción y adoctrinamiento que hemos sufrido y estamos sufriendo como sociedad para conseguir que todos veamos y creamos lo que no vemos, ni creemos, ni existe.»
Y dice ella más adelante, «Nada funciona mejor que la autocensura.» Lo que los promotores de ideologías quieren lograr es que tú mismo te autocensures, que tú mismo te silencies. Y hay algunas técnicas que usan, que vamos a hablar de ellas a través de las cuales logran que nosotros mismos nos callemos. Después hay otros recursos. Si alguien no cede a estas técnica, este tipo de presión, bueno, hay otra forma de anularlo, de presionarlo, pero funciona perfectamente con la mayoría, diría yo… es la autocensura. La presión social es una de las armas más poderosas de autocensura y manipulación, como se evidencia en el experimento que dio nombre al síndrome de conformidad con la mayoría.
Uno de muchos con resultados semejantes ante la presión social. Como explica un experimento que se realizó por Solomon Asch, psicólogo estadounidense. El mismo realizó un experimento en el que siete voluntarios en coordinación con el investigador contestaban erróneamente, pero todos coincidentes, sobre la longitud de unas líneas. El octavo ajeno a la trampa era preguntado tras oír la opinión equivocada de los anteriores. Paréntesis, todos los anteriores estaban de acuerdo con el que hacía el experimento en decir lo contrario a la verdad. Pero uno de ellos, el último, después de escuchar todas las opiniones erróneas de los demás, se le preguntaba y dice, «Solo un 25% de los no implicados con el investigador mantenía su percepción y su opinión sobre la longitud de las líneas al margen de lo que dijeran los demás. Quiere decir que 75% se dejaba llevar contra lo que veía, contra la evidencia que le mostraban sus propios ojos, se dejaba llevar por la opinión de la mayoría. Un 36% respondían incorrectamente siempre y tras conocer el experimento afirmaban que a pesar de que reconocían la respuesta correcta, no la habían dicho por miedo a equivocarse.
Fíjense, esto era un experimento, ¿no? Nadie los iba a perseguir por esto. No iban a tener consecuencias en su trabajo. no se iban a exponer a un linchamiento mediático, era un experimento nada más, pero aún en ese ámbito, digamos, tan seguro, no eran capaces de ir contra la opinión de la mayoría y preferían negar su propia opinión, no expresarla, porque siete antes de ellos, otros siete habían dicho lo contrario.
Afirmaban que a pesar de que reconocían la respuesta correcta, no la habían dicho por miedo a equivocarse al ridículo o a ser el elemento discordante. Un porcentaje menor solo decía lo que realmente veía si había tres cómplices o menos por considerarle una presión social asumible. Los que mantenían su opinión frente al resto mostraban un malestar evidente por la tensión de oponerse al grupo. Vean qué poderosa, qué poderosa es la presión social. nos lleva a negar lo que nosotros vemos como evidente o por lo menos a no querer expresarlo. A este proceso de conformidad, mediante el cual los miembros de un colectivo cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la mayoría, se le ha llamado síndrome de Solomon por el psicólogo que hizo este experimento.
Ahora, en el caso de algunas personas especialmente influenciables, esta presión social produce la autoconvicción en la mentira. O sea, algunas personas les afecta tanto la presión social que llegan a convencerse a sí mismas de que están en el error.
O sea, yo veo este color amarillo, pero 20 me dicen que es verde. Bueno, entonces yo llego a negar, a creer que soy yo, el que está equivocado, porque 20 están diciendo es verde, es verde, es verde. Yo lo veo amarillo, pero es tanta la presión que digo, «Okay, es verde, yo soy el equivocado, aunque mis ojos estén viendo lo evidente, pero la inmensa mayoría mantiene su criterio escondida.» Este es punto muy importante. La gran mayoría, o sea, no son los que llegan a convencerse de que están equivocados.
La gran mayoría sigue viendo la realidad, solo se calla, manteniendo su criterio escondidas. Aquí está el potencial que tenemos para revertir esto que esta técnica que se nos ha aplicado. O sea, hay que saber que somos la mayoría. ¿Tú puedes creer que en un grupo de 50 personas todos están a favor del mal llamado matrimonio igualitario? Tú lo supones porque nadie habla en contra, pero puede ser que realmente 45 piensen igual que tú, no están de acuerdo, pero nadie se atreve a decir algo. Y el creer que todos están en contra de lo que yo pienso, porque nadie lo expresa, eso nos lleva a callarnos, a silenciarnos, a autocensurarnos.
Pero estas son técnicas probadas que se están aplicando. Para que la autocensura funcione mejor, solo hay que conseguir que la verdad sea políticamente incorrecta. O sea, que no le guste a la mayoría, asociando el reconocimiento de esa verdad incorrecta con la traición al bien común. O sea, si tú dices la verdad, eres un peligro para el bien común con la posterior muerte social del transgresor. Muy interesante….
O sea, la verdad es asociada con lo contrario al bien común. De manera que si tú no apoyas la ideología del ecologismo, estás poniendo en riesgo el planeta. Eres una persona peligrosa. No quiere decir que estés a favor de tirar basura, que estés a favor de contaminar los ríos, los mares. No, no, no, no. Simplemente no estás de acuerdo con el ecologismo como ideología. No estás de acuerdo con todas las leyes que se derivan de esta ideología que van restringiendo libertades de los ciudadanos y van haciendo que la producción de alimentos y el control del agua se vaya reduciendo y vaya quedando en las manos de unos pocos. ¿No estás de acuerdo con esto? Ah, eres alguien peligroso. Tú estás poniendo en riesgo al mundo. Tu actitud pone en riesgo la vida, el futuro de la humanidad. El futuro de los niños. Si eres un adulto, eres un egoísta que solo piensa en su propio bien, pero no estás viendo el bien de las generaciones que vienen. Entonces, esa es una técnica bastante efectiva. Relacionar las verdades políticamente incorrectas con ataques al bien común. Y la autora nos cuenta aquí un cuentito, el cuento del emperador que va desnudo, que seguramente muchos lo saben, pero lo voy a leer porque si acaso alguno de ustedes no ha escuchado ese cuento, mejor que que a todos que todos lo sepan. Nos lo cuenta así ella en su libro.
Unos pillos llegados a la corte del emperador convencieron a éste de que le iban a hacer un traje con una asombrosa característica. Solo podían ver la tela, las buenas personas. Por el contrario, las malas personas no podían ver nada, por lo que el traje le serviría a su propietario, para conocer mejor a sus súbditos y actuar en consecuencia con los que no lo vieran. porque eran malvados. Fíjense bien, al rey le servía esto para saber distinguir quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos en su reino, quiénes eran amigos y quiénes enemigos. Al que tiene el poder….
Naturalmente el precio de tal tela era muy elevado, pero sus extraordinarias cualidades lo valían. De esa forma, tal y como estaba organizado el engaño, ningún noble se atrevía a afirmar que no veía traje alguno y que eso era falso, puesto que todos los demás afirmaban verlo y describían maravillas de la bella tela.
El emperador, que tampoco veía el traje, pero no estaba dispuesto a reconocerlo, decidió pasearse por las calles de su reino para que todos admiraran el extraordinario tejido y de paso tomar medidas contra los que no lo vieran, ya que evidentemente eran unos malvados. Cuando todo el mundo vitoreaba el espléndido tejido, un niño inocentemente dijo la verdad. No veía nada. Al punto, los más interesados en que la falacia continuara, los dos pillos que se estaban enriqueciendo a costa del engaño, se apresuraron a callar al chiquillo. Muchos aprovecharon para señalarle como malvado, mofarse de él y así dejar claro que ellos sí veían el tejido y eran de los buenos. Otros le insultaron por no ser tan bueno como para ver la tela.
Sin embargo, poco a poco la gente comenzó a reconocer que allí no había traje ni nada que se le pareciera. El niño gritó, «El emperador va desnudo.» y todo el mundo despertó del hechizo y vió realmente que el rey iba desnudo por la calle, a lo que empezaron a reírse y burlarse de él.
Bueno, este cuentito nos ayuda a entender cómo funciona la presión social. El rey, el rey mismo no se la creía, pero no quería decir que no veía la tela porque entonces él iba a quedar como que no era bueno. Muchos políticos, están promoviendo en diversos países, leyes que empujan o fuerzan el avance de estas ideologías, ellos saben perfectamente, creo un buen número, tienen la formación para saber que están promoviendo el error. Pero no quieren decir, no quieren quedar como malos, son como el emperador. Los súbditos no quieren quedar como malos tampoco y aceptan todas las ideologías de moda. Otros saben pero están pagados. La presión social simple funciona bastante bien, pero si se utiliza el sistema del palo y la zanahoria, forma tradicional de referirse al sistema de premio y castigo con el que se conseguía que los animales obedecieran, los resultados son mucho mejores.
La zanahoria consiste en dar beneficios a los que se adhieren a la mentira, ya sean económicos o morales. Son los buenos. O sea, aquellos que van reconociendo públicamente, van aceptando la ideología y se presentan ante los demás como defensores de la ideología del abecedario, promotores del ecologismo o de cualquier otra ideología… se les premia porque ellos son los buenos, ellos son los progresistas, ellos están a favor del progreso, ellos son los nuevos humanistas están a favor del nuevo humanismo. Ellos están a favor de los derechos humanos. Ellos están a favor de los pobres, son las buenas personas.
El palo, por el contrario, consiste en que al disidente su actitud solo le provoque problemas. Ese miedo ya natural a ser el diferente se ve acrecentado si la presión social se amplía mediante mensajes agresivos, el insulto y la descalificación personal, las sanciones económicas, las sanciones penales y la muerte civil del disidente. Si ya de por si la presión social tiene su efectividad, si se le agrega premio y castigo, es todavía más efectiva para imponer ideologías. Entonces, casi nadie, dice la autora, casi nadie está dispuesto a afrontar semejantes consecuencias.
Por favor, los que leen esto, piensen si han visto aplicado en su contexto, o en el contexto que quieran, laboral, escolar, académico, social, parroquial, eclesial, han visto aplicada esta técnica.. Ahora, atención, aquí va otra técnica.
El sistema de transbordo ideológico inadvertido.
Es una técnica publicitaria muy común, consistente en asociar al producto una cualidad altamente deseada. Pongamos un ejemplo. En el caso de una crema para la piel de la mujer con la finalidad de que se mantenga joven, la técnica comercial no diría “vendemos una crema”, sino que asociando la crema con algo que todos deseamos diría, “vendemos juventud”. La identificación o transbordo ideológico de algo tan deseado como la juventud, la belleza o la felicidad con el producto creen el consumidor un interés en conseguirlo porque quiere juventud, belleza o felicidad. No exactamente la crema.
Recuerdan esa promoción de la agenda 2030. No tendrás nada y serás feliz. Fíjate, ahí se relaciona el no tener nada con ser feliz. O sea, te están diciendo, «Te vamos a despojar de tus posesiones, pero vas a ser feliz. El precio de tu felicidad es que no tengas nada. Y lo que va a favorecer que seas feliz es que no tengas nada.» La agenda 2030 te ofrece felicidad. ¿Quién no quiere ser feliz? Pero si me están diciendo que para ser feliz es mejor que no tenga nada, bueno, estoy dispuesto a desprenderme de todo, incluso mi libertad, porque voy a ser feliz desde el momento en que comprar el concepto de género, por poner un ejemplo.
«El concepto de género.»
Comprar el concepto de género era comprar la felicidad de las mujeres. Al principio, así fue. Recuerden, siempre se hablaba de sexo. De hecho, en los formularios que había que llenar decía sexo masculino o femenino. hace décadas, algunos los que son más jóvenes no van a tener recuerdo de esto, pero ya hace algunas décadas que de pronto empezamos a ver el lugar de sexo masculino femenino, empezamos a ver género y nadie pensó que eso pudiera ser peligroso, dañino, ¿no? Simplemente otra manera de decir sexo, pero detrás de género ya había todo una ideología. Detrás del término había toda una ideología que nos querían vender y que muchos terminaron comprando. Pero la técnica del transbordo ideológico inadvertido consistió en que a la palabra género se le agregó el de la felicidad de las mujeres.
Entonces, si empiezas a usar la palabra género, la expresión perspectiva de género, tú eres un promotor de la felicidad de las mujeres, de los derechos de la mujer, pero negarlo, no querer usar esta palabra, este término, esta perspectiva de género, suponía ir contra todas las mujeres del mundo, sus logros, su futuro y sus derechos.
Así es que en muchas partes terminó aprobándose o terminó utilizándose esto de género. El traje nuevo del emperador es, en definitiva, el género. En este caso, en el caso de la ideología de género, para otras ideologías, el traje nuevo del emperador sería otra cosa, como el desarrollo sustentable, por ejemplo. Ese puede ser otro traje del emperador.
Ahora el problema es que con género se ha utilizado esta trampa para el establecimiento de políticas que únicamente benefician a un tipo de mujer que además tiene muy claro, que debe obligar al resto (a la mayoría), imponiendo sus parámetros de perfección social.
Por ejemplo, Simone de Beauvoir, una de las heroínas del feminismo, dijo, «Las mujeres no deben tener la opción de quedarse en casa a cuidar sus hijos, porque si esa opción existe, demasiadas mujeres la elegirían.» Entonces, mejor que no tengan esa opción. Entonces, se promueve sólo a un tipo de mujer. Existen mujeres, según la ideología de género, por ejemplo, a las que hay que salvar de sí mismas. O sea, la mujer que dice, «Yo quiero ser esposa y madre y quiero estar en la casa colaborando con mi esposo en el matrimonio.» y organizar, nos organizamos de esta manera, de manera que él provee y yo me encargo de la casa, de los hijos, de su educación, una mujer que es feliz así y que tiene esa opción, según los lobbies que promueven la ideología, el feminismo, la ideología de género, esta mujer hay que salvarla de ella misma. Esta pobre mujer está equivocada, no ha entendido su dignidad, no ha entendido lo que es ser mujer.
Y curiosamente muchos feministas no se atreven a definir lo que es una mujer porque el feminismo terminó favoreciendo a varones que dicen que son mujeres y los favorece más a ellos que a las mismas mujeres.
Hay otra técnica, atención, la falsa dicotomía.
Es decir, que no haya términos medios entre una posición y otra. Naturalmente que negar la ideología de género no significa que vas contra la felicidad y libertad de las mujeres y que eres un machista misógino o una mujer alineada por el patriarcado. O sea, no, no implica eso. Yo no estoy a favor de la ideología de género, pero eso no significa que sea un machista. Eso no significa que yo estoy a favor de que a las mujeres se les maltrate. No, no significa que yo veo a los varones más valiosos que a las mujeres. No, pero la técnica de la falsa dicotomía se aplica a las masas de manera que es todo o nada.
O sea, si tú estás en contra de la ideología de género, no estás a favor de la ideología de género, estás contra todas las mujeres y contra todos los homosexuales y contra todas las personas. Estás contra los derechos humanos de estas personas. Tu puedes pensar simplemente yo no estoy de acuerdo con muchas cosas que afirma esta ideología, pero yo no estoy a favor de que se maltrate a nadie. Ah, no, pues sí estás.
A final de cuentas, los promotores de estas ideologías se ponen en el lugar de Cristo.
Cristo dijo, «El que no está conmigo está contra mí.» Ah, sí, pero hay una diferencia. Cristo es Dios. Él tiene autoridad para decir esto. El que no está conmigo está contra mí. Los seres humanos no somos Dios.
Por eso no le puedes exigir a otro ser humano, ¿estás de acuerdo conmigo en todo o estás en contra de mí? Eso solo lo puede pedir Dios y Dios lo pide. Sí que nos lo pide.
Cristo si dijo, «El que no está conmigo está contra mí.» Pero los seres humanos no podemos pedir este tipo de fidelidad, este tipo de adhesión, de seguimiento.
Sin embargo, esta percepción de todo o nada, además de ser sencilla de asumir, facilita la percepción del disidente como enemigo y sirve como manera sencilla de atacar a cualquiera que se enfrente a la corriente dominante. El que no está a favor del ecologismo, de la ideología ecologista, está en contra del planeta, está a favor de la destrucción de las especies de animales. está a favor de la destrucción de los bosques, está a favor de la contaminación de los ríos y de los mares. Está a favor de que los que son ahora niños se mueran después de sed porque no va a haber agua para ellos. Espérate, no, no, no, yo no estoy a favor de nada de eso, pero simplemente digo, el ecologismo como se presenta, no es el camino. No estoy de acuerdo con eso. Ah, bueno, entonces tú eres un peligro para el planeta.
Funciona muy bien esta estrategia de la dicotomía. Espero que se entienda. O sea, es todo nada. Tú no puedes criticar algún aspecto o algunos aspectos de cierta ideología, no puede rebatir sus errores porque entonces estás en contra de todo, incluyendo de lo bueno. Y esto favorece que se pueda presentar al disidente como un enemigo al que hay que atacar. De esa forma ser disidente es muy incómodo, porque uno no debe defender sus ideas, sino defenderse de las acusaciones implícitas a su disidencia. O sea, la presión social llega a ser grandísima. ¿Por qué? Porque además de de lo incómodo que es expresar un punto de vista contrario al de la mayoría o supuestamente al de la mayoría, porque ya vimos que la mayoría prefiere callarse, la mayoría cede, no olviden eso. En realidad, la gran mayoría de las personas está a favor del sentido común. La gran mayoría de las personas tiene capacidad de ver la verdad, solo que no se atreven a decirlo. Pero parte de la eficacia de esta técnica es hacernos creer a todos que somos un loco entre muchos cuerdos. O sea, tú eres el único que no está de acuerdo. Todos los demás que te rodean ya entendieron, tú no. Entonces, ¿cuál es la consecuencia? La autocensura. pues mejor me callo…. mejor me callo.
Pero todavía a esta dificultad de expresar una opinión contraria a la de la mayoría o supuestamente contraria a la de la mayoría, se le agrega que tienes que estar dispuesto a aguantar los ataques de los otros. El castigo al disidente no solo aparece como una forma de coacción. Atención. sino como una reafirmación de ser el bueno que ha asumido los principios y con una forma de poder que esté sobre el malo al que se puede vilipendiar y si es necesario llegar a la deshumanización.
Fíjense cómo funciona esta estrategia de manipulación. Una vez que ya aplicaste estas técnicas mencionadas, los buenos, o sea, los que ya aceptan la ideología, aunque internamente no lo acepten, pero públicamente lo hacen porque no quieren ser vistos como disidentes. Fíjate bien el efecto que que tiene. Y esto es peligroso, de verdad es peligroso. Para yo mostrarme como buen ciudadano, políticamente, correcto, para yo mostrar que soy de los buenos, ¿qué tengo que hacer?
Tengo que pegarle al malo, tengo que castigar al malo. O sea, al que dice, «Espérate, el matrimonio es para varón y mujer.»
A a ese hay que pegarle, hay que desprestigiarlo. Y tienes el derecho de hacerlo porque él es malo, tú eres bueno. Y es más… castigar tú públicamente, exponer públicamente al disidente, eso te hace ser bueno a ti. Le estás dando el merecido, su merecido al malo, porque lo estás exponiendo, porque lo estás corrigiendo, lo estás insultando, porque hasta se te permite insultar. vilipendiar, pero esa es una manera como tú, ese es un signo de que eres buen ciudadano.
Mal harías si no lo castigas. Mal harías en escuchar a la voz disidente y no callarla y no humillarla. Entonces vienen las falacias a dominem, o sea, adominem quiere decir hacia el hombre, contra el hombre. Un argumento ad ominem es aquel que se hace no para rebatir la idea o el juicio que está expresando el otro, sino se ataca la persona para descalificarla y así que nadie ponga atención a la verdad que está diciendo.
Yo creo sinceramente que, por ejemplo, a la Iglesia Católica se le aplica, digamos, una modalidad de este argumento a dominem, aunque somos una institución, por decir, se aprovecha de que hay sacerdotes, lamentablemente hay que decirlo, sí, hay sacerdotes que han hecho cosas terribles, que han abusado de menores de edad, pero no es para nada ni la mayoría de los sacerdotes, o sea son a lo sumo 2%, la absoluta mayoría de los sacerdotes no ha cometido un acto de ese tipo. Sin embargo, medios de comunicación, activistas de estos de lobbies contrarios a la iglesia, que ven a la iglesia como enemigo, han favorecido una imagen casi de perversión de los sacerdotes. Y cuando alguien nos quiere insultar en la red a los sacerdotes, eso es muy común en las redes sociales. Cuando alguien te quiere callar,te echa en cara los errores de otros o te dice a ti, o te insulta. Te la aplican así, sin conocerte, sin haberte visto nunca. Pero, ¿para qué sirve esa estrategia? Para desprestigiar la Iglesia Católica, que es la columna y fundamento de la verdad, dice la escritura, para que entonces nadie cree en la iglesia y nadie esté dispuesto a escuchar la verdad que enseña la iglesia. Ustedes sacerdotes, cállense. No tienen autoridad moral. Mira todo lo que han hecho. Mira qué porquería es el sacerdocio. Cuando vuelvo a repetir, la absoluta mayoría de los sacerdotes no ha cometido ningún acto de ese tipo. Ah, pero si dices esto, si lo único que haces es decir lo que las estadísticas han afirmado en todas partes. Ah, entonces eres un encubridor. Tú estás contra las víctimas. No, para nada. Yo estoy de acuerdo en que quien quiera que haya cometido un crimen de esos tiene que recibir su castigo. Sea quien sea, incluso si es sacerdote o pastor evangélico. Yo creo debe recibir su castigo, pero decir que la mayoría de los sacerdotes católicos no ha abusado de nadie, menos de menores, eso no es ni negar el problema, no es ni descalificar a las víctimas que las hay. y que merecen justicia siempre, simplemente es afirmar la realidad. Bueno, eso en cuanto argumentos a dominen.
Cuando es una persona particular, también suele suceder que se le adscriba a un grupo social o de pensamiento al que ya previamente de una forma deliberada, con un proceso sostenido y organizado, se le ha destruido la credibilidad y la reputación. Es el contagio del estigma. Entonces se te agrega a un grupo de personas que ya está descalificado. Todas estas son estrategias que funcionan muy bien para silenciar a los católicos. Entonces se te estigmatiza, eres homofóbico, eres transfóbico, eres misógino. Y ya con eso se te etiqueta, se te pone un estigma y ya nadie te tiene por qué escuchar porque eres malo. Tú deberías de estar en la cárcel, nadie debería escucharte. De esta forma en el disidente confluyen dos motivos de desprecio. Sus evidentes pecados sociales, o sea, que es machista, que es misógino, que es homófodo, y su pertenencia a un grupo social o de pensamiento que tiene esos pecados y otros muchos pecados más.
Dentro de la Iglesia Católica algunos aplican esa técnica, ¿saben? ¿Con quiénes? ¿Contra quiénes? Contra los que les gusta la misa tradicional. Eres tradicionalista. No estás en contra de nadie. No estás en contra del Papa. No estás en contra de tu obispo. No estás en contra de los sacerdotes. No estás ni siquiera en contra de la validez o la licitud de la misa celebrada según el misal del Papa Pablo VI. No estás en contra de eso. Pero si, a mí me gusta la misa tradicional. Yo quisiera que se permitiera la misa tradicional. Me gustaría ver que la gente tiene esa opción. Ah, tradicionalista, te encajonan. Tú debes de ser, ahora les dicen tradipotestantes. Fíjense bien cómo se nos liga con el protestantismo, que es lo más contrario, lo más absurdo. Es lo más absurdo relacionar protestantismo con tradicionalismo.
Pero bueno, eres rígido. Seguramente has de tener problemas psicológicos graves y si eres puro seminarista, peligro. Capaz que tienes problemas sexuales también porque detrás de esos gustos litúrgicos, detrás de esas formas litúrgicas se esconden problemas psicológicos. Fíjense nada más qué tremendo.
Ahora, atención. El acusado de los pecados sociales, de machismo, feminifobia, homofobia, heteronormatividad, LGBT fobia, en realidad no odia estos colectivos. Solamente tiene que opinar, tiene que opinar diferente, no gustarle la homosexualidad, por ejemplo, como puede no gustarle la pornografía o las revistas del corazón, sin que eso signifique odio o animadversión. Incluso solo pensar que la ideología de género es falsa implica caer en estos pecados que ya veremos se están convirtiendo en delitos. Sí, porque ya este es, digamos, como al final del proceso lo que se quiere lograr es que el que no se autosilencie vaya a la cárcel. O sea, o te callas o te metemos a la cárcel. Y ya se está logrando en algunos países porque las legítimas objeciones a los lobbies son violencia contra ellos, en tanto que estos pueden utilizar la violencia real apelando a la reciprocidad y a la defensa frente a alguien que les agrede con su pensamiento y su opinión.
Fíjense, esto se puede verificar cómo es efectiva esta estrategia. Entonces, si ya se estigmatizó al que opina diferente como mala persona, como peligroso para el bien común, y también peor todavía, ahora se convierte en un agresor. Solo pensar diferente te hace a ti un agresor. Tú agredes a las mujeres, tú agredes a los homosexuales, tú agredes a los que se han sometido a cirugías para supuestamente cambiar de sexo. Tú agredes. Solo con expresar tu punto de vista lo estás ofendiendo, estás agrediendo, estás persiguiendo. Por lo tanto, es justificable que se use la violencia contra ti y se justifica la violencia incluso física.
El disidente puede ser tan violentado, insultado y relegado que las personas del entorno que tampoco veían la tela y estaban de acuerdo con los plantamientos del culpable terminan guardando silencio por miedo al contagio del estigma. Esta diferente valoración de la violencia ejercida en la que el presunto agresor hace una objeción y el presunto agredido puede utilizar medios desproporcionados de defensa es una vulgar versión de la ley del embudo y como en otras situaciones viene acompañada de una masa social que efectivamente confirma el delito inadmisible del disidente que ha opinado y justifica su desproporcionado castigo colaborando al linchamiento social.
Por eso vemos que estas personas pueden ser violentas, pero se justifica su violencia. Es que si no hacen eso, nadie los va a escuchar. Pero imagínense ustedes que católicos hicieran lo mismo, cosas semejantes, no se justificaría. dirían, «Estos son fanáticos religiosos, hay que reeducarlos o meterlos a la cárcel. Son fanáticos religiosos. Porque un acto violento solamente si viene de parte de quien impulsa la ideología, entonces no es violencia, es defensa. Es legítima defensa, aunque nadie esté agrediendo en el momento, pero es legítima defensa.
Los abultados beneficios económicos de abrazar la causa del género ya se verán más adelante, pero los anímicos y espirituales son inmediatos. La mercancía averiada del género ofrece a sus seguidores dos premios. La posibilidad de ser los buenos. O sea, si te manifiestas públicamente a favor de la ideología, eres buen ciudadano. Pero incluso algunos les da la posibilidad de ser las víctimas.
Dice la autora, al margen de los casos de discriminación o agresión real que sí existen, donde personas de los colectivos a los que utilizan los lobbies son víctimas de personas particulares sin escrúpulos, o sea, se reconoce que hay. Pero al margen de eso están también el victimizado. Hay que distinguir la víctima real, que por supuesto merece atención, apoyo, merece defensa, merece reparación, obviamente. Y el victimario real merece el castigo. Pero no estamos hablando cuando hablamos de victimización, no nos referimos a las víctimas reales. Que quede claro.. Hay víctimas reales y victimarios reales. De eso no estamos hablando al hablar de victimización. Está, ¿a qué se refiere? Victimización.
El victimizado es un personaje falsamente víctima cuyo éxito proviene de las ganas que tienen los demás de encontrar héroes. Son falsas víctimas. Ahora, una cosa muy interesante es que dice que las víctimas reales son víctimas de personas particulares. No hay que tragarnos la idea de que son víctimas del heteropatriarcado con toda una sociedad completa, libre, respetuosa y regida por propia decisión. Eh, o sea, pongo un ejemplo.
Si un varón golpea a su esposa, la esposa es víctima real y es el hombre, el varón es victimario real, es un hombre sin escrúpulos, merece su castigo y la esposa merece la protección y la reparación. etcétera. Pero el punto es que no hay que sobredimensionar el problema y decir, «Ah, esta mujer no solamente es víctima de el varón que la que la golpeó, sino es víctima de todos los varones, porque todos los varones son los que promueven este sistema. Todo hombre es un potencial violador, es un potencial golpeador de mujeres, todo el sistema es culpable. No, no, no, no. A ver, es que hay muchas mujeres que les va muy bien con el marido, hay muchas mujeres que son bien tratadas por su esposo, que están contentas con su esposo. Hay muchos hombres que jamás han levantado la mano para pegarle a una mujer.
Entonces, la ideología distorsiona la realidad y nos hace creer que la mujer que le pegó este varón específico no solamente es víctima de él, sino que es víctima de todo el sistema. Por eso hay que cambiar las leyes, hay que cambiar la educación, hay que cambiar la organización de la sociedad, hay que cambiar el concepto de varón y el concepto de mujer. Todo hay que cambiarlo. ¿Vamos bien? ¿Se está entendiendo? Espero que sí.
Aprendimos lo siguiente. La gran mayoría ante la presión social decide callarse, pero la gran mayoría sigue teniendo su propia convicción. solamente no se atreve a expresarla. Ahí está un potencial que tenemos que saber explotar. ¿Cómo han logrado callar a tantos católicos? Ya estudiamos un poco algunas de las técnicas de manipulación social y vimos cómo funcionan y el efecto que tienen, pero nuestro potencial está en saber que la mayoría sí ve la verdad, es capaz de ver la verdad, es capaz de distinguirla. Ahí está nuestro potencial. La mayoría ve la verdad. La técnica de manipulación está orientada a hacernos creer a todos que somos los únicos locos que no vemos lo que todo el mundo ve. Somos los únicos locos que no aceptamos la ideología de género o el ecologismo o tal o cual ideología. Y entonces eso hace que nos autocensuremos. Pero, ¿qué se puede hacer?
Estrategias de contra censura
Mira, yo te doy alguna idea. Primero, es bueno que sepas esto, que hay muchos que están callados alrededor de ti. Muchos piensan como tú, pero seguramente como tú también no se han atrevido a decir lo que piensan. Hay que encontrarlos. Y la manera de encontrarlos es hablando de uno a uno… en público lo más probable es que no.
Vamos a suponer estás en un grupo de 50 personas, nadie se atreve a decir que está en contra de la ideología de género. Y si tú te levantas en medio del grupo y dices, «Yo estoy en contra. Yo sé que muchos de ustedes aquí están en contra. levante la mano el que está conmigo, probablemente te van a abandonar en público, pero si vas uno por uno con esos 50 compartiéndoles, incluso puedes compartir este post, puedes decir, «Oye, mira, ve un vi este video sobre técnicas de manipulación, cómo se nos manipula, cómo se nos se nos obliga a callar. Mira, yo he caído en eso. Tal vez yo muchas veces he callado mi convicción. Quiero preguntarte, ¿no te sientes tú de la misma manera? Seguramente vas a ir encontrando personas que piensan como tú en el diálogo uno a uno. Porque lo que alguien no se va a atrever a decirte delante de 10, sí te lo va a decir en un diálogo personal.
Más si tú eres inteligente y sabes presentar estas cosas, incluso puedes decir, «Yo mismo he caído.» Digo, «Si has caído, no tienes que mentir.» Pero yo creo que a todos nos ha pasado que en algún momento nos hemos quedado callados por no expresar una opinión que es contraria a la que pensamos que es la opinión de la mayoría.
Entonces hay que buscar, hay que ir descubriendo esas personas en nuestro entorno. Y una vez, pero hay que ser activistas. Mira cómo avanzan los lobbies con el activismo. Yo distingo dos tipos de personas, el simpatizante de una causa y el militante. El simpatizante es el que está de acuerdo con alguna causa, pero no hace mucho por la causa, más que estar de acuerdo. El militante, en cambio, es el que es capaz de aportar a la causa. con activos o como activista, habla del tema, busca convencer a otros, hace el trabajo de cancha, como decimos, sale a la calle, va a las marchas, distribuye folletos, toma la palabra en público, etcétera, se anima a ser líder de otros para avanzar la causa. Ese es el militante. Las causas, buenas o malas, se avanzan gracias a los militantes, principalmente, no tanto gracias a los simpatizantes.
Entonces, conviértete en militante. Milita de uno a uno en tu entorno. Si cada uno de los católicos nos hiciéramos verdaderamente militantes y empezamos a detectar en nuestro entorno, nuestro ambiente laboral, en nuestro ambiente académico, entre los compañeros estudiantes o los compañeros maestros, entre los padres de familia del mismo colegio, etcétera, vamos descubriendo a los que piensan como nosotros, los vamos identificando, los vamos uniendo y les podemos decir de después, ¿sabes qué? Ya me di cuenta que no solamente tú y yo aquí en este grupo pensamos igual. Ya hablé con fulano de tal y también piensa como nosotros y el otro también piensa como nosotros y resulta que en el grupo de 20….. 15 pensamos igual, pero nos están imponiendo las ideas de cinco.
Cuando ya hay esa convicción, les aseguro, la gente está más dispuesta a actuar. Ahí es donde el militante puede dar el siguiente paso y decir, «Ahora vamos a defendernos. Vamos a hablar con tal maestro para decirle que no queremos que a nuestros hijos les enseñe esta nefasta ideología.» Y es que sucede muchas veces, ¿no? El niño regresa al colegio, a veces colegio católico, le dice al papá, a la mamá, «Es que mi maestro me dijo esto, que este hay que respetar y que hay que incluir y que todo amor es válido.»
Ya se imaginan ustedes. Y los papás no hacen nada porque dicen, «Es que seguramente la mayoría de los papás, de los niños, de los compañeros de mi hijo, va a estar de acuerdo con lo que dijo el maestro.» Y tal vez no, pero si no no haces ese trabajo de militancia uno a uno, no vas a saber realmente cuánto están de acuerdo. Si te atreves a hacerlo uno a uno, probablemente te des cuenta de que la mayoría de los padres de familia del salón donde está tu niño piensan como tú y siendo la mayoría, claro que sí se van a atrever a ir con el director o con el maestro y decir, «Oiga, por favor, a nuestros hijos no les enseñe esto. Esto guárdeselo usted.»
Pero no se hace también en las empresas, en ámbitos laborales, muchas veces se imponen ideologías y se obliga a trabajadores a expresar públicamente el apoyo a una ideología con la que no están de acuerdo.
Si nunca se hace ese trabajo de cancha, este trabajo de uno a uno, esta militancia, pues no se va a lograr nada. Entonces, concluyendo, han logrado aplicando estas y otras técnicas de manipulación, han logrado que nos autosilenciemos los católicos en muchos ambientes. han logrado que padres de familia se queden callados en los colegios, que los mismos maestros católicos que no están de acuerdo, hagan aquello que no están de acuerdo, porque piensan que son el único loco en la escuela que no está de acuerdo con la ideología. Y resulta que a lo mejor la mayoría está pensando lo mismo. Han logrado silenciar a maestros, han logrado silenciar padres de familia, han logrado silenciar miembros de un grupo parroquial. también han logrado silenciar trabajadores en una determinada empresa, en un determinado negocio, han logrado silenciar a muchos.
Bueno, hay que empezar a picar piedra, o sea, esto no va a ser fácil. No va a ser fácil, sobre todo en aquellos países donde la ideología ya se está imponiendo por el Estado y el Estado ya está imponiendo leyes que favorecen ideologías, como por ejemplo Canadá, ahí va a ser más difícil, pero hay que empezar por donde todos tenemos oportunidad de empezar, que es el diálogo uno a uno. Uno a uno.
Hay que ir ganando uno a uno en nuestro entorno. perder el miedo sabiendo que la técnica de manipulación es efectiva porque la mayoría calla lo que cree. Ahí está el potencial. Sí, es verdad que algunos les lavan el cerebro y terminan cambiando de postura, pero es verdad que muchos simplemente están siendo víctimas de técnicas de manipulación y de autocensura. Eso puede ser. Eh, y claro, tenemos que ser valientes. Tenemos que ser valientes. También tenemos que ser astutos y tenemos que ser, acuérdate, dice Jesús, «Sean prudentes como las serpientes, sencillos como las palomas. Hay que ser astutos como la serpiente. Y claro, el Señor no se refiere a la maldad, porque la serpiente también, recuerden, la serpiente también es un animal que se usa para simbolizar al demonio. Obviamente cuando Cristo dice, «Sean prudentes como las serpientes, no está diciendo sean como el demonio.» No, no, no, no. Pero prudentes, astutos como las serpientes, no significa tener la maldad, pero sí usar la inteligencia para ver qué estrategias pueden ser mejores.
Entonces, si en una reunión de padres de familia, donde están 200 padres de familia del colegio, está el director, tú te levantas, oiga, yo quiero decirle a usted que estoy en contra de que aquí se está imponiendo la ideología de género a los niños, esto y lo otro y es muy probable que esa estrategia no te va a funcionar. O sea, es un acto valiente, sí, es un acto valiente, pero va a tener resultado, probablemente no. ¿Por qué no?
Por lo que ya explicamos de la técnica de manipulación, la mayoría ahí no va a querer decir lo que piensa porque va a tener miedo de quedar en ridículo. A lo mejor están de acuerdo contigo que van a decir, «Ah, qué valiente es este papá, esta mamá que se está levantando a hablar en público delante de todos.
Pero no van a levantar la mano por ti. Probablemente no. es más inteligente, probablemente esa estrategia y puedes pensar en otras, pero lo que les digo es ir ganando uno a uno, ir preguntando, ir sondeando con cada padre de familia, con cada matrimonio. Oye, mira, yo no estoy de acuerdo con esto. Tú estás de acuerdo, ¿eh? Y probablemente va a decir, «No, yo pienso igual que tú.»
Bueno, oye, pues vamos viendo cuántos somos. Vamos a preguntar uno por uno, uno por uno. Hay que moverse así. No es lo mismo llegar con el director de la escuela y decirle, «Oiga, señor director, de 200 padres de familia que somos aquí, 180 o 150. No estamos de acuerdo con lo que usted está permitiendo que pase aquí en el colegio, pero eso implicó un trabajo previo. Entonces, sí, hay que ser valientes. Por supuesto. Hay que ser valientes, pero también hay que ser prudentes como las serpientes, sencillos como las palomas, dice el Señor.
Pero lo que quiero decir es, ya vamos a cerrar ahora sí se han aplicado técnicas probadas de manipulación psicológica de masas para lograr que los cristianos nos callemos nuestra opinión y han sido muy efectivas. Tenemos que revertir esto, sabiendo que hemos sido víctimas de una manipulación social, ahora hay que revertirlo y el nuestro potencial está, insisto, en esa gran mayoría que tal vez como nosotros ha caído en la autocensura por no querer aparecer como contrario a la opinión de la mayoría, pero resulta que la mayoría estamos pensando lo mismo. Hay que encontrar esos que piensan lo mismo, hay que organizarlos. Hay que militar, militar, recuerden. Y yo creo sinceramente se van a admirar de las pequeñas batallas que se pueden ir ganando en un salón de clases, en un colegio, en un ambiente laboral. Si empezamos a despertar, a militar tantito de uno a uno, uno a uno, nos vamos a dar cuenta de que somos mucho más de los que pensamos que somos. Y esto nos va a empoderar en el buen sentido, nos va a dar el valor para decir, pues, ¿por qué vamos a dejar que cinco impongan su visión sobre 15 o sobre 20 o sobre 100? Poco a poco.
Es que no hay que desanimarnos porque hay gente que se desanima y dice, «Es que yo no yo no tengo ningún poder en la política. Yo no soy ningún influyente político, no tengo ningún poder en los medios de comunicación, no soy un rico que tiene dinero para pagar, para invertir y este para difundir sus ideas. Es que no necesitas pelear esas batallas que no son para ti. Hay unas batallas que son para ti. Las que están a tu alcance, la gente que Dios ha puesto a tu alrededor, los vecinos.
Por ejemplo, cuántas veces en los vecindarios se toleran cosas. Hay el vecino incómodo que nadie le dice nada y siempre está faltando el respeto a todos los demás y nadie le dice nada. ¿Por qué? Porque cada vecino alrededor que está siendo afectado piensa, «Es que nadie me va a apoyar.» Probablemente si empiezas una labor uno a uno, vas a ir ganando el apoyo y luego todos con respeto siempre. O sea, no estoy hablando aquí de hacer algo contrario a la ley ni usar métodos que son anticristianos, ¿no? Pero probablemente llegues a tener el apoyo suficiente para todos ir a hablar con ese vecino y decirle, «Oye, estás dañándonos a todos con estas actitudes, con esto que haces. Y te pedimos con caridad que ya no lo hagas. O por lo menos te decimos, ya no estamos dispuestos a permitir que nos sigas afectando de esta manera. Pero es que muchas batallas se pueden ganar así.
Bien, pues espero que haya sido de algún provecho para ustedes estas palabras. Vamos a rezarle a la Virgen María para terminar. Vamos a rezarle a la Madre de Dios. Vamos a pedirle que nos ayude a ser valientes para defender la causa de su hijo, a ser militantes por la causa de su hijo y a superar, a vencer con inteligencia estas técnicas de manipulación de las cuales tal vez hemos sido víctimas, pero de que nos podemos quitar ese yugo. Una vez que hemos entendido cómo funcionan, podemos también encontrar los caminos para revertir el avance de estas ideologías nefastas. Le encomendamos esta intención a la Virgen María.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Que viva Cristo, Rey de reyes y su Santísima Madre